La pobreza “casi se redujo a la mitad” en Argentina con las reformas de Milei

Si los seres humanos nos tomamos en serio el alivio de la pobreza mundial, tenemos que ser honestos sobre cómo se crea la riqueza.

Una familia sin hogar, fotografiada en las calles de Buenos Aires. | NA (Fuente: Buenos Aires Times)

Fue un buen año para Argentina y su presidente, Javier Milei. En 2024, Argentina experimentó un impresionante progreso económico, ya que Milei redujo drásticamente la burocracia, eliminó normativas, cerró departamentos superfluos, redujo la plantilla federal e instituyó diversas reformas monetarias.

Los resultados de estas políticas fueron impresionantes: la inflación mensual, que alcanzó su punto álgido tras la llegada de Milei al poder, cayó del 25.5% al 2.4%; la recesión económica de Argentina llegó a su fin; y el gobierno obtuvo su primer superávit presupuestario en 14 años.

Sin embargo, los opositores de Milei se apresuraron a señalar un área en la que el país seguía teniendo problemas: la pobreza. Cuando Milei asumió el cargo, la pobreza en Argentina ya superaba el 40%, pero esa tasa alcanzó un máximo del 52.9% en el primer semestre de 2024, la tasa más alta en Argentina en casi 20 años.

Aunque Milei controló la inflación, equilibró el presupuesto del gobierno y puso fin a una recesión -la economía argentina volvía a crecer-, los titulares de los medios de comunicación fueron brutales.

"Argentina registra un fuerte aumento de la pobreza", informó la BBC

"La pobreza en Argentina se dispara por encima del 50% mientras las medidas de austeridad de Milei golpean con fuerza", escribió The Guardian.

"La tasa de pobreza en Argentina se dispara en los 6 primeros meses de la terapia de choque del presidente Milei", declaraba Associated Press.

Cinco meses más tarde, los nuevos datos y el panorama son mucho menos sombríos, según un par de nuevos informes destacados por el Buenos Aires Times.

El primer conjunto de datos procede de las mediciones realizadas por el economista y profesor de la Universidad Torcuato Di Tella Martín González-Rozada, cuyo análisis mensual indica una caída de la pobreza de 16.1 puntos porcentuales desde su punto máximo.

"La incidencia proyectada puede descomponerse mecánicamente en un promedio ponderado de una tasa de pobreza de 51.2% para el mes de junio, 38.8% para el tercer trimestre de 2024 y 38.0% para el bimestre octubre-noviembre", publicó González-Rozada en X.

Los datos sugieren que alrededor del 37% de la población vive en hogares urbanos pobres, es decir, unos 11 millones de personas. En comparación con informes anteriores, los datos sugieren que la indigencia "casi se redujo a la mitad" durante el último semestre de 2024.

El Consejo Nacional de Coordinación de Políticas Sociales del gobierno, que trabaja en colaboración con el Ministerio de Capital Humano, encontró resultados similares, con estimaciones que muestran que la pobreza "disminuyó al 38.9% en el tercer trimestre de 2024".

Estos resultados son poco menos que milagrosos y superan lo que incluso los partidarios más abiertos de Milei se hubieran atrevido a esperar. Sin embargo, ni la BBC, ni AP, ni The Guardian informan al respecto. De hecho, no encontrará los resultados en ningún otro medio de comunicación aparte del Buenos Aires Times (y ahora aquí en el Washington Examiner).

Se podría argumentar que tal vez la razón del silencio es que no se trata de datos "oficiales", ya que el INDEC -Instituto Nacional de Estadística y Censos de Argentina, organismo público dependiente del Ministerio de Economía que publica todas las estadísticas- no da a conocer su informe hasta mediados de marzo. El problema con este argumento es que los medios de comunicación no tuvieron ningún problema en informar sobre datos preliminares o no gubernamentales cuando las cifras mostraban un aumento de la pobreza.

Parece haber un esfuerzo manifiesto por ignorar la transformación económica que está teniendo lugar en Argentina bajo Milei. Las organizaciones de noticias son libres de cubrir las historias que deseen, por supuesto, y no voy a especular aquí sobre por qué tantos están optando por ignorar esta historia. Sin embargo, sí diré que lo que está ocurriendo en Argentina es una historia muy importante a la que los estadounidenses deberían prestar atención.

Si los seres humanos nos tomamos en serio el alivio de la pobreza mundial, debemos ser honestos sobre cómo se crea la riqueza. Afortunadamente, la historia económica que se está desarrollando en Argentina es cada vez más difícil de ignorar.

La economía de libre mercado está haciendo en Argentina lo que ha hecho en países como Hong Kong e Irlanda o en naciones del antiguo bloque soviético como Estonia y Polonia: revitalizar economías en dificultades devastadas por el colectivismo.

Ahora que los estadounidenses se enfrentan a sus propios retos económicos -una deuda nacional en espiral, una moneda que se tambalea, unos costes de las prestaciones sociales que se disparan y unos pagos de intereses de la deuda que superan ya el billón de dólares anuales- harían bien en observar lo que ocurre en Argentina.

Esto incluye no sólo la recuperación económica de Argentina, sino también la resistencia de los economistas escépticos y de los buscadores de rentas que se oponen a las reformas del libre mercado que tan buenos resultados han dado. Adam Smith observó en una ocasión que la fórmula de la prosperidad es sorprendentemente sencilla: "paz, impuestos fáciles y una administración de justicia tolerable".

Los estadounidenses y los argentinos de hoy ven cuánta razón tenía Smith.

Este artículo fue publicado originalmente en Ingles en The Washington Examiner.

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