El mandato de $20 en los fast-food perjudica a los trabajadores y a las empresas.
Un cliente paga su comida en el autoservicio de Del Taco, Los Ángeles, 1 de abril. FOTO: DAMIAN DOVARGANES/ASSOCIATED PRESS
Las leyes de la economía siguen existiendo incluso cuando los políticos las ignoran. El último ejemplo es el daño que está causando el aumento del salario mínimo en los restaurantes de comida rápida de California a 20 dólares la hora.
Hace poco informamos sobre el impacto en el empleo, pero la oficina del gobernador de California Gavin Newsom afirmó que estábamos "impulsando una narrativa falsa". Ahora otros medios de comunicación se están dando cuenta de la realidad.
Un despacho de Associated Press informó la semana pasada de que las franquicias de comida rápida de California han estado recortando las horas de trabajo después de que el mandato salarial entrara en vigor en abril, un aumento del 25% con respecto al mínimo estatal de 16 dólares la hora. El propietario de una franquicia de Wendy's dijo que solía programar a casi una docena de trabajadores para un turno de tarde. Ahora solo siete. También han subido los precios un 8%.
Un gerente de Del Taco redujo a la mitad el número de trabajadores para cada turno. El propietario de una franquicia de Jersey Mike's redujo los turnos de mañana y tarde, redujo su plantilla en 20 trabajadores y subió los precios. Sus sándwiches de pavo, que antes se vendían por menos de 10 dólares, cuestan ahora 11 y 15 dólares. Los clientes, que tienen dificultades para pagar los precios más altos, piden menos.
Mientras tanto, la famosa cadena californiana de hamburgueserías In-N-Out -que desde hace tiempo paga más que el mínimo estatal- declaró el mes pasado que había subido los salarios iniciales a entre 22 y 23 dólares la hora para atraer y retener a sus mejores trabajadores. También aumentó los precios. Los aumentos son buenos para esos trabajadores, pero el precio lo pagan los clientes u otros trabajadores con menos horas.
El mes pasado señalamos que el aumento del salario mínimo en California crea un incentivo para reducir las horas de trabajo. Los propietarios de franquicias ofrecen pruebas anecdóticas para respaldar esto. Sin embargo, la oficina del Sr. Newsom pidió una retractación, señalando a los datos que muestran un aumento del empleo en abril en "restaurantes de servicio limitado." Muchas de estas operaciones no están cubiertas por el mandato salarial de comida rápida porque no son cadenas. Estos datos tampoco están ajustados por efectos estacionales, y los restaurantes suelen contratar más trabajadores durante la primavera y el verano.
De marzo a junio, el empleo en los restaurantes de servicio limitado de California aumentó un 1.3%, el menor incremento desde 2001 (excluyendo el cierre de Covid en 2020), y ha disminuido en el último año. Esto refuerza nuestro punto: El salario mínimo más alto de California está causando que los empleadores reduzcan la mano de obra.
¿Necesitas más pruebas? El centro de investigación Beacon Economics descubrió recientemente que el salario mínimo de California -de 11 a 12 dólares la hora en 2019- perjudica especialmente a los adolescentes. En los últimos dos años, el desempleo entre los jóvenes de 16 a 19 años casi se duplicó al 19.2% desde el 10.8% en California, frente al 11.9% desde el 10.5% a nivel nacional.
Los salarios mínimos más elevados suelen excluir a los adolescentes del mercado laboral porque son los que tienen menos formación y experiencia. Los adolescentes pierden así una valiosa formación y no aprenden importantes lecciones de la vida, como llegar a tiempo y ser cortés con los clientes. En lugar de voltear hamburguesas, más adolescentes californianos estarán hojeando vídeos de TikTok.
Por cierto, el informe de inflación de junio de la semana pasada mostró que los precios de los restaurantes en Los Ángeles han subido un 2.4% desde marzo, más del doble que el aumento a nivel nacional. ¿Coincidencia u otro resultado del aumento del salario mínimo? Quizá el Sr. Newsom pueda explicarlo si decide competir por la Presidencia este año.
Este artículo editorial fue publicado originalmente en Ingles por The Wall Street Journal.
