El vínculo entre economías abiertas y sociedades abiertas

 El desafío de defender y promover la democracia en todo el mundo está entrelazado con desafíos económicos que enfrenta el Reino Unido y otras sociedades:

“Las sociedades abiertas y democráticas como el Reino Unido deben demostrar que están a la altura de un futuro mundo más competitivo. Debemos demostrar que la libertad de hablar, pensar y elegir, - y por lo tanto de innovar - ofrece una ventaja inherente y que la democracia liberal y los mercados libres siguen siendo el mejor modelo para el avance social y económico de la humanidad”. – Prologo del Primer Ministro a la Revisión Integrada1

De hecho, mientras que la fuerza perdurable de la democracia radica en la legitimidad de valores casi universales, la democracia debe entregar beneficios tangibles a los ciudadanos para ser sostenida y demostrar su superioridad sobre otras formas de gobierno. Los ciudadanos esperan que su sistema de gobierno permita o proporcione crecimiento económico, oportunidades individuales, bienes públicos y servicios sociales. Economías abiertas – basadas en la libertad individual, el estado de derecho y la igualdad de oportunidad – ayudan a que la democracia brinde resultados ante esas expectativas, dando a los ciudadanos una participación en su sociedad. Al mismo tiempo, la dinámica de las economías abiertas sirve como freno a las tendencias autoritarias. 

Pasar por alto las economías abiertas en una estrategia de asistencia a la democracia seria, en el mejor de los casos, limitar el espacio de reforma y la exigencia de un gobierno responsable y, en el peor de los casos, arriesgarse a sucumbir a presiones populistas, interferencia autoritaria o intereses corruptos. Al igual que los formuladores de políticas en el campo del desarrollo han sido exhortados a ‘pensar políticamente’, los formuladores de políticas en el campo de asistencia democrática deben considerar las influencias económicas en la vida política. Deberían tomar en cuenta como los valores y las instituciones de las economías abiertas refuerzan los valores democráticos e instituciones, como los intereses del sector privado y las organizaciones se relacionan con la sociedad civil y las estructuras de poder, y como los modelos de gobernanza económica dan forma al estado de derecho, los derechos y la gobernanza democrática. 

Este capítulo resume la relación entre economías abiertas y sociedades abiertas, ilustra oportunidades estratégicas para apoyar la democracia con un enfoque de economía abierta, y recomienda acciones para responder a los desafíos actuales e integrar el desarrollo económico a la asistencia democrática. Este capítulo es informado por las experiencias del Centro para la Empresa Privada Internacional (CIPE por sus siglas en inglés), fundado sobre la idea de que los derechos políticos y económicos se refuerzan mutuamente, y que la participación del sector privado en el discurso político amplía la circunscripción electoral para la democracia. 

Contribuciones de las economías abiertas a las sociedades abiertas 

Las conexiones entre el crecimiento económico, la prosperidad y la democracia han sido ampliamente estudiadas. Aunque sigue habiendo debate sobre las relaciones causales, se han identificado patrones significativos. Recientemente, por ejemplo, la Heritage Foundation ilustra como su índice de libertad económica se correlaciona bien con el índice de democracia de The Economist Intelligence Unit2. Una de las conclusiones de la literatura es que las economías abiertas están más estrechamente vinculadas al desarrollo democrático que el crecimiento económico bruto, que puede ser iniciado por la industrialización impulsada por el estado o rentas de recursos naturales bajo diferentes tipos de régimen. Otra conclusión es que las condiciones para la democracia deben ser cultivadas; no se puede suponer que la democracia es el resultado necesario del desarrollo económico. 

Hay varios argumentos sobre estas conexiones, comenzando con la teoría de la modernización. Seymour Martin Lipset observó que varios aspectos socioeconómicos del desarrollo eran favorables a la democratización, a saber, la educación, el aumento de los ingresos, la urbanización y la industrialización3. De manera similar el surgimiento de una clase media fuerte se ha asociado históricamente con la creciente demanda de la democracia. Como señaló Barrington Moore: “Sin burguesía, no hay democracia”4. La “tercera ola” de democratización desde 1974 fue liderada activamente por la participación de los sectores urbanos de clase media5. 

Las economías abiertas se distinguen de las economías extractivas por su base normativa. “Los conceptos que sustentan una sociedad libre también son fundamentales para los mercados libres: valores como la transparencia, competencia abierta y el estado de derecho”6. Los electorados para el cambio pueden unirse en torno a estos valores. El sector privado competitivo (a diferencia de los capitalistas compinches) tiene un interés en las políticas liberales y sistemas democráticos que respetan los derechos, manejan conflictos, e invierten en bienes públicos y capital humano. Por lo tanto, las empresas a menudo han liderado el camino en la búsqueda de un gobierno responsable7.

Peter Berger observó que una economía abierta, también conocida como economía de mercado o economía capitalista, “proporciona el espacio social dentro del cual los individuos, grupos y complejos institucionales enteros pueden desarrollarse independientemente del control estatal” y “crea espacio y oportunidad para la sociedad”8. Los modelos de crecimiento autoritario y estatista no toleran este espacio, ni toleran competencia económica que puede generar fuentes autónomas de poder y pluralismo9. De hecho, el teórico democrático Robert Dahl argumento que la política competitiva requiere un orden social pluralista, lo que a su vez requiere una economía descentralizada.10

¿Qué es una economía de mercado?

Una economía de mercado (como un ideal) es un sistema económico competitivo donde las reglas son las mismas para todos los participantes. 

  • Una economía del sector privado no es necesariamente una economía de mercado. Si el comportamiento de actores económicos privados gira en torno a la búsqueda de rentas, la corrupción y el amiguismo, no es una economía de mercado.
  • Una política de laissez-faire no es adecuada para que los mercados funcionen. Una economía de mercado puede emerger cuando el gobierno garantiza leyes y reglas consistentes y justas11.

La lógica de la competencia explica la persistente relación entre economías y sociedades abiertas:

“Las ordenes de acceso abierto mantienen su equilibrio al permitir una amplia gama de cambios económicos e intereses sociales para competir por el control de la política. La destrucción económica creativa produce un espectro en constante cambio de intereses económicos sostiene la competencia política abierta: los políticos no: pueden paralizar sus opositores al negarles recursos económicos”12.

Las economías de mercado, al permitir y alentar la competencia abierta, estimulan un mayor pluralismo y renovación periódica. Un sector privado competitivo y responsable en una economía abierta ofrece un contrapeso importante al Estado, inyecta dinamismo al discurso político y hace posible una sociedad civil vibrante. 

Finalmente, los derechos económicos y la gobernanza restringen los usos y abusos e la autoridad. La posesión de propiedad privada de los medios de producción es un baluarte crucial contra un estado arrogante y eventual tiranía política13. El mismo gobierno que podría apoderarse arbitrariamente de la propiedad privada podría violar las libertades civiles y reprimir a la oposición. Economías de mercado y crecimiento sostenible requieren estructuras institucionales que protejan los derechos de propiedad, hagan cumplir los contratos, aseguren la competencia, y faciliten el acceso a la información, todo dentro de un sistema de estado de derecho. Una vez en su lugar, estas instituciones sirven para mantener un orden político basado en reglas constitucionales, no arbitrarias. 

Los críticos de la teoría de la modernización señalan que las relaciones causales no están claras y que no todas las cosas buenas van juntas. Un famoso estudio de Przeworski et al. concluyó que el desarrollo, según medido por el PIB per cápita, fue importante para sostener la democracia, pero no para su surgimiento14. Casos notables de sistemas capitalistas que no estaban asociados con la democracia incluyen Singapur y Chile predemocrático (que hizo la transición en el 1990). China adoptó elementos de una economía de mercado, aunque el sector estatal sigue siendo privilegiado y la influencia estatal sobre el sector privado ha sido reafirmada. En definitiva, el cuerpo de evidencia de las sinergias entre el desarrollo y la democracia se mantiene bien, pero las criticas llaman la atención sobre las experiencias divergentes de los países y la necesidad de identificar mecanismos de cambio15.

Si no todo va necesariamente de la mano, ¿sería mejor secuenciar las reformas para centrarse en ‘condiciones previas’ para la democracia, como el desarrollo económico y la capacidad estatal? Tomas Carothers ha advertido contra esta versión de secuenciación, señalando que los autócratas ilustrados que promueven el desarrollo económico y el estado de derecho son en realidad bastante excepcionales. En lugar de, los formuladores de políticas harían mejor en adoptar estrategias graduales e iterativas para expandir la competencia y opciones16. Mas importante que la secuencia puede ser la adopción de una gobernanza integrada y estrategias de crecimiento que “funcionan con la corriente” en cada país17.  

Oportunidades Estratégicas 

Afortunadamente, desde un punto de vista estratégico, existen múltiples vías para promover economías abiertas propicias para aperturas o transiciones democráticas. Cinco amplias áreas de oportunidad son descritas abajo. Las mejores oportunidades en cada caso estarán en función de las demandas y condiciones locales. 

Batalla contra la corrupción 

La corrupción frena la democracia al socavar los sistemas públicos, socavando la confianza publica y sometiendo la voluntad de los ciudadanos a los intereses privados. Impide que los negocios prosperen al hacer que contratos arbitrarios y difíciles de hacer cumplir y que exponen a las empresas a la extorsión y al riesgo legal. Si uno ve la corrupción como un problema institucional en lugar de un problema moral, respuestas efectivas implican la reducción de incentivos y oportunidades para el comportamiento corrupto, así como la mejora de las instituciones de gobernanza. Esta estrategia anticorrupción abordaría las causas subyacentes de la corrupción: regulaciones poco claras, complejas y que cambian con frecuencia; falta de transparencia y rendición de cuentas; barreras a la competencia (y exenciones para compinches); y las brechas de implementación entre las leyes sobre los libros y su aplicación de facto. 

Las empresas pueden ser la fuente de la corrupción o la víctima, pero también pueden ser la solución. Iniciativas del sector privado para la acción colectiva establecen un estándar mas alto que premia a las empresas participantes y reduce la vulnerabilidad de las empresas que se resisten a pagar sobornos. El Centro de Acción Colectiva B20 contiene muchos ejemplos de iniciativas y recursos18. En toda África, la iniciativa Ética Primero del CIPE establece una comparación de cumplimiento de ética y gobierno corporativos, adaptada para mercados emergentes de estándares reconocidos internacionalmente, para reducir el riesgo de inversión en las economías africanas e integrar mejor a empresas de todo el continente en cadenas de valor globales. 

Reforzar la gobernabilidad democrática y defenderse del autoritarismo

Si bien la legitimidad democrática comienza con la elección de los representantes por parte del pueblo a través de elecciones, se sostienen cuando el gobierno cumple sus promesas. Entre elecciones, los ciudadanos necesitan vías para participar en la toma de decisiones, ofrecer retroalimentación y hacer que el gobierno rinda cuentas por su rendimiento. Por ejemplo, el dialogo público-privado estructurado (DPP) permite la formulación de políticas de participación, mejora la calidad de la representación y fomenta la transparencia y la rendición de cuentas en la formulación e implementación de políticas19. En Kenia, existen plataformas de DPP en todos los niveles, desde la mesa redonda presidencial para foros de presupuesto del condado20. Participación de grupos como el de Kenia Private Sector Alliance, Asociación de fabricantes de Kenia, y Asociación de Proveedores y Fabricantes de Kenia dio forma a numerosas leyes, entre ellas la Ley de transición a un gobierno descentralizado, la Ley contra el soborno y Ley de Micro y Pequeña, y ayudo a mejorar los servicios locales como carreteras, servicios de alcantarillado y alumbrado público21. Donantes como el Banco Mundial, GIZ, SIDA, USAID y PNUD han apoyado plataformas de diálogo sobre una amplia gama de temas, desde competitividad empresarial y crecimiento inclusivo hasta la economía verde, los Objetivos de Desarrollo Sostenible, la inversión responsable y la gobernanza. 

Cada vez más, la gobernanza democrática debe ser defendida contra la influencia autoritaria externa. En 2018, CIPE identifico el desafío del “capital corrosivo” originario de China, Rusia y otros países, que carece de transparencia, rendición de cuentas y orientación al mercado22. Cuando las finanzas opacas ingresan a los países receptores a través de brechas de gobernanza, comúnmente tiene impactos negativos en los derechos humanos, el medio ambiente, las pequeñas empresas y el trabajo, sin mencionar la exacerbación de retos a la gobernanza. CIPE ha informado sobre estos flujos financieros y los problemas asociados a os Balcanes Occidentales, el Sudeste Asiático y otras regiones. Las contramedidas para neutralizar el capital corrosivo incluyen: promulgar políticas que rijan claramente la inversión extranjera, fortalecer los sistemas de contratación pública, aumentar la transparencia de los presupuestos públicos y permitir el monitoreo de la sociedad civil, y potencialmente aprovechar nuevas fuentes de financiación para el desarrollo. Permitir las inversiones “constructivas” bien gobernadas puede impulsar la creación de una buena cultura empresarial más transparente y orientada al mercado, que conduzca a un ciclo económico virtuoso que aumenta la eficiencia de los mercados y fomenta una mayor inclusión23.

Promoción de la práctica ética y el respeto de los derechos humanos

Las empresas y los derechos humanos y la conducta empresarial responsable son temas de creciente interés en la democracia y comunidades de desarrollo. Si bien las normas pertinentes se han centrado en gran medida en empresas multinacionales, queda margen para ayudar a las empresas locales a adoptar mejores prácticas (Principios Rectores de las Naciones Unidas sobre las Empresas y los Derechos Humanos) a su contexto y adoptar sistemas de cumplimiento, así como tener voz en la legislación emergente sobre derechos humanos24. Iniciativas de gobierno corporativo, ancladas en los modelos de gobernanza de las partes interesadas y el manejo de riesgos, proporcionan un marco solido para elevar los estándares a nivel de empresa o industria. 

El Pacto Mundial de las Naciones Unidas ayuda a las empresas a “pasar del compromiso a la acción” en derechos humanos a través de cinco áreas de participación empresarial: sensibilización, desarrollo de capacidades, reconociendo el liderazgo, el dialogo sobre políticas y las alianzas de múltiples partes interesadas25. Los recursos sobre estos temas también están disponibles en el Centro de Recursos sobre Empresas y Derechos Humanos y en BSR (anteriormente Empresas por la Responsabilidad Social). La Corporación Financiera Internacional ha relacionado recursos sobre gobierno corporativo, participación de las partes interesadas y gestión de riesgos. 

Apoyar los valores cívicos y la sociedad civil

Las empresas reconocen cada vez más que los valores liberales están siendo cuestionados y que no se puede ser pasiva en la defensa de los valores. La Fundación de la Cámara de Comercio de EE. UU. ha establecido un Programa de Educación Cívica Adelante, iniciativa para convocar a líderes empresariales en torno a la educación cívica y el discurso civil, declarando, “ciudadanos informados y activos contribuyen a un país más fuerte, una economía más fuerte y una mano de obra más fuerte26.

No hay que olvidar que las asociaciones empresariales sin fines de lucro representan grupos importantes dentro de la sociedad civil – incluidas las pequeñas empresas y empresarios diversos. Alexis de Tocqueville en Democracia en América, reconoció la importancia del papel de las asociaciones en la preservación de la independencia política y persiguiendo fines comunes. Las empresas independientes y organizadas pueden resistir la acción arbitraria del gobierno y dar espacio a la pluralidad de expresión. En los regímenes cerrados, la defensa de la reforma económica suele ser una de las pocas vías disponibles para ejercer las libertades de asociación y expresión. Donantes que apoyan el dialogo público-privado hacia la reforma de políticas comúnmente incluye el desarrollo de capacidades de la asociación como un componente de sus programas. En Etiopia, CIPE ha trabajado con más de 50 organizaciones basadas en membresía y estableció un Centro de Participación Cívica para organizaciones de la sociedad civil.

Abriendo caminos para que nuevos grupos accedan a oportunidades

La mayoría de los pensadores de la democracia, comenzando por Robert Dahl, estarían de acuerdo en que la desigualdad extrema es perjudicial para la democracia porque limita la capacidad de los ciudadanos para participar de manera efectiva y reduce su confianza en el régimen. Por lo tanto, la inclusión económica, que suele ser parte del trabajo de desarrollo, debe ir acompañada con estrategias para la asistencia a la democracia. Una dimensión importante de la inclusión, el empoderamiento económico de las mujeres puede cambiar el estatus de la mujer dentro de los hogares y las comunidades, e incluso aumentar su capacidad para participar en la política. Para empoderar a mujeres individuales en Papúa Nueva Guinea, CIPE, con el apoyo del Departamento de Relaciones Exteriores y Comercio de Australia (DFAT por sus siglas en inglés), estableció un Centro de recursos empresariales para mujeres de todos los orígenes para acceder a servicios empresariales, capacitación y apoyo, con servicios de cuidado infantil incluido27. Para reducir las barreras sistémicas y reducir inequidades, la acción colectiva a través del proceso de la Agenda Empresarial de la Mujer del CIPE se ha empleado en Sur de Asia y África. En Nigeria, una coalición formada por primera vez en 2013 ahora cuenta con 52 organizaciones miembros que representan a más cuatro millones de mujeres emprendedoras y empresarias y actualizó su plataforma en 2020 para plantear temas de seguridad, acceso a la electricidad, infraestructura, igualdad de género y acceso a financiación28.

Recomendaciones para la estrategia del Reino Unido

Para apoyar economías abiertas de manera que refuercen el desarrollo democrático y abran sociedades, el Reino Unido puede asumir un papel de liderazgo configurando la asistencia exterior de acuerdo con sus valores mientras aprende de la experiencia de otros socios para el desarrollo. 

La adaptabilidad de la democracia va a dependerá de encontrar soluciones satisfactorias a los desafíos actuales:

  • Restaurar la confianza en los mercados abiertos y la libre empresa: Esto requerirá asegurar a los ciudadanos que las instituciones del mercado aplican justamente las mismas reglas a todos, que la corrupción está bajo control, y que las empresas operen éticamente.
  • Reducir la desigualdad dentro de los países: Esto requerirá ampliar las oportunidades económicas y garantizar el acceso a las oportunidades de los grupos desfavorecidos, además de democratizar servicios y la provisión de redes de seguridad social.
  • Contrarrestar la erosión de las instituciones democráticas por parte de fuerzas internas y externas: Esto requerirá restricciones en las finanzas autoritarias, medidas anticorrupción y nuevos roles para empresas en la defensa de los pilares de las sociedades abiertas. 

Por la naturaleza de estos desafíos, como argumentó Thomas Carothers, las preocupaciones económicas deben ser integradas en el apoyo a la democracia, reemplazando los típicos silos de desarrollo y democracia dentro de programas de ayuda exterior. Esto no implica agregar nuevos programas o restar valor a tanto los enfoques basados en derechos como la identificación de recursos y enfoques complementarios. La integración podría incluir: centrándose en las contribuciones de la gobernanza económica al estado de derecho y respeto a los derechos; involucrar a los grupos empresariales de base y apoyar a las mujeres empresarias y lideres empresariales para participar en la política; tratar la inclusión económica como un camino hacia la emancipación; y manejar los temas de política de desarrollo dentro de los países como oportunidades para la gobernanza participativa. En el lado del desarrollo de la ecuación, la integración podría incluir: adoptar la gobernanza democrática como parte de la mejora del bienestar humano; mejorar la gobernanza como medio para mejorar la gestión del desempeño o la legitimidad de la propiedad del país; y aplicar métodos políticamente más inteligentes en los programas de desarrollo29.

Dependiendo de las condiciones de un país con respecto a la libertad, el desarrollo institucional y la sociedad, la estrategia del Reino Unido puede apuntar a intervenciones que aprovechen los impulsores económicos del cambio y los distritos electorales de los negocios que comparten un interés en reformas competitivas, basadas en reglas y en valores. Una vez se ha identificado una oportunidad estratégica, el Reino Unido puede seleccionar modalidades de su repertorio que se ajusten al propósito. Muchas modalidades ampliamente utilizadas para la participación del sector privado identificadas por la OCDE son bastante susceptibles a la asistencia a la democracia, a saber: intercambio de conocimientos e información, dialogo político, asistencia técnica, desarrollo de capacidades y finanzas. De estos, las finanzas tienden a actividades transaccionales, pero una interpretación más amplia podría implicar el apoyo a la sociedad civil e instituciones democráticas. 

La estrategia a nivel nacional para economías abiertas debe basarse en debates de alto nivel y creación conjunta con el sector privado, la sociedad civil, los economistas y otros. Con demasiada frecuencia, los donantes adoptan un enfoque de arriba hacia abajo para involucrar a los socios30. En la asistencia a la democracia, es aún más vital involucrar intereses variados, como en las ordenes de acceso abierto, y no limitar la asistencia a los aspectos técnicos de creación de instituciones y gobernanza. Una estrategia coherente para las economías abiertas debe apoyar la inclusión, enfoques impulsados por el mercado basados en estructuras de incentivos positivos; establecer marcos de asociaciones sólidas (como los principios de Kampala);31 y fomentar el desarrollo de amplias coaliciones reformistas que sostengan la economía política de las reformas. 

Conclusión 

Las economías y las sociedades abiertas han generado un enorme progreso humano, pero en los últimos años no han estado a la altura de las expectativas. El resurgimiento de modelos competidores señala tres cosas. Primero, “la infraestructura” institucional de las economías de mercado y el orden liberal deben ser restaurados a ser más resilientes, sensibles y equitativos. En segundo lugar, el entorno propicio para las innovaciones tecnológicas, económicas y sociales deben mejorarse para desarrollar nuevos mercados, modelos de negocio y mecanismo de gobernanza que amplíen las oportunidades y enfrenten los desafíos actuales. En tercer lugar, los defensores de las economía y sociedades abiertas deben unirse para contrarrestar las prácticas autoritarias, antiliberales y enfoques populistas y muestran que su modelo ofrece soluciones efectivas, más legítimas y soluciones más sostenibles a las necesidades de los ciudadanos. 

El Reino Unido tiene capacidades existentes para la participación del sector privado, la reforma del clima empresarial y la lucha contra la corrupción, todo lo cual podría combinarse de manera efectiva con los mecanismos de asistencia a la democracia. El propósito de esta integración no sería redirigir el apoyo a la democracia sino reforzar los valores democráticos, derechos e instituciones con los correspondientes valores, intereses, estado de derecho y pluralismo en el ámbito económico. La aplicación especifica por parte del Reino Unido de estrategias que se refuerzan mutuamente, en apoyo al cambio impulsado localmente, ayudará a sostener tanto la apertura democrática como un crecimiento más inclusivo. Este nuevo enfoque en la dimensión económica de la asistencia democrática puede reforzar la legitimidad democrática y desempeño en la democracia que sí cumple. 

Esta pieza apareció originalmente en The Foreign Policy Center

1 HM Government, Global Britain in a competitive age The Integrated Review of Security, Defence, Development and Foreign Policy, March 2021, https://www.gov.uk/government/publications/global-britain-in-a-competitive-age-the-integrated-review-of-securitydefence-development-and-foreign-policy

2 Heritage Foundation, Economic Freedom Around the World: The Key to Human Progress, in the 2021 Index of Economic Freedom, https://www.heritage.org/index/pdf/2021/book/2021_IndexofEconomicFreedom_CHAPTER03.pdf

3 Seymour Martin Lipset (1981). Political Man: The Social Bases of Politics. Baltimore, Maryland: Johns Hopkins University Press.

4 Barrington Moore, Jr. (1966). Social Origins of Dictatorship and Democracy: Lord and Peasant in the Making of the Modern World. Boston: Beacon Press.

5 Samuel P. Huntington (1991). The Third Wave: Democratization in the Late Twentieth Century. Norman, OK: University of Oklahoma Press. pp. 65-68.

6 Andrew Wilson, Business Values Are Democratic Values, Voice of America, May 2016, https://blogs.voanews.com/usopinion/2016/0

7 Larry Diamond, Democracy and Economic Reform: Tensions, Compatibilities, and Strategies for Reconciliation, in Economic Transition in Eastern Europe and Russia: Realities of Reform, ed. Edward P. Lazear (1995). Stanford: Hoover Institution Press. pp. 111–112; Ben Ross Schneider (2004). Business, Politics, and the State in Twentieth-Century Latin America. Cambridge: Cambridge University Press. pp. 246– 250; Didi Kuo (2018). Clientelism, Capitalism, and Democracy: The Rise of Programmatic Politics in the United States and Britain. Cambridge University Press.

8 Peter Berger, The Uncertain Triumph of Democratic Capitalism, in Capitalism, Socialism, and Democracy Revisited, eds. Larry Diamond and Marc F. Plattner (1993). Baltimore: Johns Hopkins University Press.

9 Note that Scandinavian-style welfare state systems still have high levels of economic freedom. Heritage Foundation, 2021 Index of Economic Freedom.

10 0 Robert A. Dahl (1971). Polyarchy: Participation and Opposition. New Haven: Yale University Press. p. 60.

11 Kim Eric Bettcher, CIPE Guide to Governance Reform, CIPE, August 2014, https://www.cipe.org/resources/cipe-guide-governancereform/

12 Douglass C. North et al., Limited Access Orders in the Developing World: A New Approach to the Problems of Development, World Bank Policy Research Working Paper 4359, September 2007, p. 19, https://openknowledge.worldbank.org/handle/10986/7341

13 Larry Diamond, Political Freedom and Human Prosperity, Hoover Institution Essay Series on Socialism and Free-Market Capitalism: The Human Prosperity Project, Stanford University, 2020, p. 2.

14 Adam Przeworski et al. (2020). Democracy and Development: Political Institutions and Well-Being in the World, 1950–1990. Cambridge: Cambridge University Press.

15 Carles Boix and Susan C. Stokes, Endogenous Democratization, World Politics 55 no. 4, July 2003, https://www.jstor.org/stable/25054237; Julian Wucherpfennig and Franziska Deutsch, Modernization and Democracy: Theories and Evidence Revisited, Center for Comparative and International Studies, ETH Zurich and University of Zurich, Living Reviews in Democracy 2009, https://ethz.ch/content/dam/ethz/special-interest/gess/cis/cisdam/CIS_DAM_2015/WorkingPapers/Living_Reviews_Democracy/Wucherpfennig%20Deutsch.pdf

16 Thomas Carothers, How Democracies Emerge: The ‘Sequencing’ Fallacy, Journal of Democracy 18 no. 1, January 2007, https://journalofdemocracy.org/articles/how-democracies-emerge-the-sequencing-fallacy/

17 Brian Levy (2014). Working with the Grain: Integrating Governance and Growth in Development Strategies. Oxford: Oxford University Press.

18 Basel Institute on Governance, B20 Collective Action Hub, Baselgovernance.org/b20-collective-action-hub

19 Kim Eric Bettcher, Benjamin Herzberg, and Anna Kompanek, Public-Private Dialogue: The Key to Good Governance and Development, CIPE, January 2015, https://www.cipe.org/resources/public-private-dialogue-key-good-governance-development/

20 KEPSA, Public private dialogue, https://kepsa.or.ke/public-private-dialogue/

21 CIPE, Kenya Cumulative Assessment Report, September 2017.

22 John Morrell, Channeling the Tide: Protecting Democracies Amid a Flood of Corrosive Capital, CIPE, September 2018, https://www.cipe.org/resources/channeling-the-tide-protecting-democracies-amid-a-flood-of-corrosive-capital/

23 Eric Hontz, Building a Market for Everyone: How Emerging Markets Can Attract Constructive Capital and Foster Inclusive Growth, CIPE Insights, October 2019, https://www.cipe.org/newsroom/building-a-market-for-everyone-how-emerging-markets-can-attractconstructive-capital-and-foster-inclusive-growth

24 OHCHR, Guiding Principles on Business and Human Rights, April 2011, https://www.ohchr.org/documents/publications/guidingprinciplesbusinesshr_en.pdf

25 United Nations Global Compact, Human Rights: The Foundation of Sustainable Business, 2018, https://www.unglobalcompact.org/library/5647

26 U.S. Chamber of Commerce Foundation, Civics Education, https://www.uschamberfoundation.org/civics-education

27 PNG WBRC, see website: https://www.pngwbrc.com/

28 248 Association of Nigerian Women Business Network, Women National Business Agenda, https://www.anwbn.org.ng/women-nationalbusiness-agenda-2

29 Thomas Carothers and Diane de Gramont (2013). Development Aid Confronts Politics: The Almost Revolution. Washington, DC: Carnegie Endowment for International Peace.

30 Donor Committee for Enterprise Development, How Donors Can Make the Transition to Strategic Private Sector Engagement: Programming Innovations and Organisational Change, DCED Briefing Note, March 2017. https://www.enterprise-development.org/wpcontent/uploads/DCED_Making_the_Transition_to_Strategic_Pivate_Sector_Engagement.p

31 Global Partnership for effective Development Co-operation, Private Sector Engagement, https://www.effectivecooperation.org/landing-page/action-area-21-private-sector-engagement-pse

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