¿Qué son las instituciones y por qué son importantes? (Parte 1)

Para lograr comprender algunas de las problemáticas sociales, económicas y políticas de nuestra sociedad, es fundamental conocer qué son las instituciones y cuál es su propósito. Históricamente, las instituciones han sido concebidas por el ser humano para sostener el orden y reducir la incertidumbre (North, 1991). Lin y Nugent (1995) definen instituciones como un conjunto de reglas de comportamiento creadas por el ser humano, que guían las interacciones sociales. Por otro lado, North (1990) enfatiza que las instituciones estructuran incentivos en los intercambios humanos, ya sean políticos, sociales o económicos.

Foto: Semanario Vision

Las instituciones pueden distinguirse entre formales e informales. Las formales se refieren a las reglas políticas, económicas y legales que condicionan el comportamiento de los individuos y facilitan los intercambios, mientras las informales son las creencias, los valores y los comportamientos de una sociedad (North, 1990). Algunos ejemplos de instituciones son los sistemas de derechos de propiedad; los aparatos regulatorios que desincentiven las peores formas de fraude, comportamientos anticompetitivos y actos inmorales; y un estado de derecho que promueva el buen gobierno (Rodrik, 2000).

Las instituciones económicas, como los derechos de propiedad, son especialmente importantes debido a que influencian la estructura de los incentivos económicos de la sociedad. Acemoglu et al. (2005) plantean que sin derechos de propiedad los individuos no tendrán los incentivos para invertir en capital humano o físico, o adoptar tecnologías más eficientes. Es importante fomentar un contexto empresarial de alta calidad que promueva actividades que conduzcan a un mayor crecimiento económico (Acs, 2006).

Por su parte, las instituciones políticas, similares a las instituciones económicas, determinan las restricciones sobre los incentivos de los actores principales, en el ámbito político. Las instituciones políticas se refieren a las formas de gobierno (democracia, dictadura, etc.) y los límites de poder impuestos a los políticos y las élites políticas. Las instituciones políticas determinarán las instituciones económicas y su desempeño de manera directa e indirecta (Acemoglu et al., 2005); por tal razón, es fundamental que las instituciones políticas funcionen como un sistema de pesos y contrapesos, entre quienes ostentan el poder político y la sociedad; de lo contrario, los titulares del poder podrían secuestrar las instituciones económicas para beneficiarse personalmente (Rodrik, 2000).

Cuando las instituciones políticas y económicas fracasan, pueden generarse fallas gubernamentales y fallas de mercado. Estas fallas pueden manifestarse de diferentes maneras, por ejemplo: omisión de información confiable para los consumidores, regulaciones equivocadas del gobierno para favorecer intereses políticos, sistemas judiciales corruptos y la falta de instituciones intermediarias que faciliten las transacciones económicas y los comités de auditoría (Khanna & Palepu, 2005). Además, el fracaso de las instituciones gubernamentales puede también afectar “el rendimiento de la actividad empresarial y la varianza en torno a los flujos de ingresos esperados” (Lecuna y Chávez, 2018, p. 3031). A su vez, las fallas del mercado limitan el desarrollo al causar baja apropiabilidad, la que a su vez crea bajos retornos de la actividad económica, resultando en bajos niveles de inversión y empresarismo (Hausmann et al., 2005).

Las problemáticas anteriores son características de las instituciones extractivas. Estas instituciones son diseñadas por los gobiernos para extraer las riquezas de un sector de la sociedad y utilizarlas para beneficio personal o de sus élites privilegiadas (Acemoglu & Robinson, 2012). Colón (2019) demuestra que este es el caso de Puerto Rico y cómo las dificultades que atraviesa el país son producto de una herencia de instituciones gubernamentales extractivas, que han influido en el deterioro socioeconómico que continúa avanzando. Colón añade que es suficiente con echar un vistazo a la evolución económica, el declive demográfico y el desempeño de las instituciones principales del País en el manejo de las circunstancias, para poder apreciar la destrucción económica y social de Puerto Rico. En ese sentido, para que una nación sea próspera debe contar con instituciones confiables (Cogan & Warsh, 2022).

Referencias

Acemoglu, D., Johnson, S., & Robinson, J. A. (2005). Institutions as a fundamental cause of long-run growth. Handbook of economic growth1, 385472.

Acemoglu, D., & Robinson, J. A. (2012). Why nations fail: The origins of power, prosperity, and poverty. Finance and Development, 49(1), 53.

Acs, Z. (2006). How is entrepreneurship good for economic growth. Innovations, 1(1), 97107.

Cogan, J. F., & Warsh, K. (2022). Reinvigorating economic governance: Advancing a new framework for American prosperity. Hoover Institution.

Colón, D. (2019). Instituciones extractivas e improductivas: el caso de Puerto Rico.

Hausmann, R., Rodrik, D. & Velasco, A. (2005). Growth Diagnostics. Growth Lab, Harvard University.

North, D. C. (1991). Institutions. Journal of Economic Perspectives, 5(1), 97112.

North, D. C. (1990). Institutions, institutional change and economic performance. Cambridge University Press.

Khanna, T., & Palepu, K. (2005, August). Spotting institutional voids in emerging markets. Harvard Business School Background Note, pp. 111.

Lecuna, A. & Chávez, R (2018). Entrepreneurship and Weak Institutions in Latin America, Journal of Private Enterprise, The Association of Private Enterprise Education, vol. 33(Fall 2018), pages 25-47.

Lin, J. & Nugent, J. (1995). Institutions and economic development, Chapter 38 Handbook of Development Economics, 1995, vol. 3, Part 1, pp 2301-2370.

Rodrik, D. (2000). Institutions for high-quality growth: What they are and how to acquire them. Studies in comparative international development35(3), 331.

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