El domingo pasado, Argentina experimentó un sismo político de grandes proporciones. Ello, con la victoria en una segunda vuelta del economista libertario, Javier Milei, sobre otro economista, Sergio Massa, actual ministro de Economía del oficialismo. La elección tiene un gran significado para Argentina, la región, e incluso para Puerto Rico.
En primera instancia, no todos los días, dos economistas aspiran a presidir una de las economías más grandes de América Latina.
En segunda instancia, la elección de Milei rompe todos los moldes de la corriente política y económica predominante en Argentina durante las últimas dos décadas, gobernada bajo la hegemonía de la familia Kirchner, primero Néstor Kirchner (2003 – 2007) y luego su esposa, Cristina Fernández De Kirchner (2007 – 2015). Bajo la visión Peronista, ambos gobernantes no lograron establecer un cuadro de estabilidad macroeconómica y fiscal que provea a los argentinos una buena calidad de vida. Recordemos que, en el 2001, Argentina entró en una gran crisis al incumplir con el pago de su deuda externa, lo que resultó en una gran crisis social y económica en el país.
Así las cosas, en el contexto de una inflación de 145%, endeudamiento y un deterioro acelerado de la economía argentina surgió la figura del economista Javier Milei como jugador nuevo en el escenario político del país suramericano y con la promesa de implementar políticas liberales para sacar al país del estancamiento en el que se encuentra.
Las políticas y propuestas de Javier Milei han causado revuelo en la región y en el mundo, porque están fundamentadas en lo que se conoce el liberalismo económico clásico, mejor conocido como políticas libertarias. (Natacha Pisarenko)
Su partido, “La Libertad Avanza”, propone un programa de medidas económicas, como recortar el gasto público por 15%, dolarizar la economía, reducir ministerios, eliminar el banco central, repartir vales educativos y romper relaciones comerciales con Brasil y China, dos jugadores comerciales globales importantes y uno, su vecino inmediato. Las medidas de Milei rompen con la visión económica Peronista de un gobierno grande, excesivas regulaciones del estado, alto gasto público, altos impuestos y endeudamiento. El Peronismo fue la doctrina política y económica desarrollada por Juan Domingo Perón durante su presidencia en los años 1946 a 1955 y 1973 a 1974.
En esencia, la filosofía económica de Milei representa un experimento económico incierto para una nación que durante gran parte del siglo 20 y las primeras dos décadas del siglo 21, ha estado regido por políticas económicas estatistas, o sea, el estado como un gran actor económico. Bajo la presidencia de Mauricio Macri (2015 - 2019), un empresario con orientación hacia el mercado, se intentaron algunas reformas económicas bajo el concepto del gradualismo, pero no tuvo éxito, devolviendo a los peronistas al poder a partir del 2020, con la presidencia de Alberto Fernández.
La libertad económica como norte
Las políticas y propuestas de Javier Milei han causado revuelo en la región y en el mundo, porque están fundamentadas en lo que se conoce el liberalismo económico clásico, mejor conocido como políticas libertarias. En esencia, esta filosofía se centra en la libertad del individuo como valor fundamental dentro de una sociedad libre, rechaza el rol del estado en los procesos económicos, aboga por impuestos bajos y un gobierno lo más pequeño posible, que no obstruya la libertad de los actores dentro de una economía. El liberalismo económico cree firmemente en que los mercados son lo suficientemente racionales para que actúen sin intervención o regulación y que solo así podrán producir resultados óptimos para el bienestar de la sociedad.
Entre los economistas recientes de mayor renombre de esta escuela de pensamiento están Milton Friedman (premio nobel 1976), Robert Lucas (premio Nobel 1995), y Friedrich Hayek (premio nobel en el 1974), entre otros.
Diversos grupos o entidades de pensamiento a nivel global y de los Estados Unidos han realizado análisis e investigaciones para establecer el impacto de las estrategias económicas ancladas en la libertad económica y han encontrado una fuerte correlación con indicadores de crecimiento y bienestar. Por ejemplo, el Heritage Foundation, con base en Washington D.C., creó el Índice de Libertad Económica para medir el grado de libertad que tienen las economías alrededor del mundo, utilizando criterios específicos.
Puerto Rico en el espejo de Argentina
La victoria de Javier Milei ha creado un debate local que gira en torno a qué ruta de política económica debe tomar el ciclo electoral del 2024 en Puerto Rico, donde dos partidos emergentes como el Proyecto Dignidad -de corte conservador- y Victoria Ciudadana -de orientación socialista- se perfilan como posibles movimientos políticos de cambio.
Al igual que Argentina, Puerto Rico lleva décadas regido por políticas similares a las implementadas en Argentina: alto gasto gubernamental, impuestos confiscatorios, alta dependencia social, alto nivel de deuda, mucha regulación y un gobierno activo en la vida económica de las empresas y los individuos. Esa receta nos llevó a una gran depresión económica a partir del 2006, y a la quiebra del gobierno en el 2017.
Los que creemos en la libertad económica hemos sido claros que Puerto Rico debe comenzar a orientar sus políticas públicas hacia el libre mercado, la reducción de impuestos y atenuar el rol del gobierno de la actividad económica.
Este artículo fue publicado originalmente en El Nuevo Dia.